Al igual como en toda buena obra de ciencia ficción hay expediciones que van tras lo desconocido, el Metaverso viene a ser el implemento de rastreo clave para aterrizar en donde está la materia prima para hacer negocios basados en la virtualidad y la innovación.
El Metaverso lo que hace es combinar la realidad virtual envolvente con las estrategias participativas y narrativa de los videojuegos. Las recientes inversiones en tecnologías de Realidad Aumentada (Augmented Reality, AR) y Realidad Virtual (Virtual Reality, VR) han sido clave para el desarrollo de este mundo virtual. Por lo tanto, estamos hablando de una reinterpretación virtual del mundo real, donde las personas podrán utilizar criptodivisas para adquirir salas y terrenos, creando espacios virtuales en los que mostrar sus intereses e incluso habitar.
Las empresas gracias al metaverso encontrarán la materia prima clave que abrirá un nuevo espectro de experiencias para innovar y desde dónde imaginar nuevos servicios y productos. El metaverso sin duda también es una respuesta, o una consecuencia natural, del paradigma digital el cual ha sido una revolución transversal tanto en la vida de las personas como en los negocios, las infraestruturas, los hábitos y una amplia proliferación de plataformas de consumo.
En esa misma línea, las realidades virtuales creadas por medio del metaverso ofrecerán un espacio tridimensional y al igual que en los videojuegos los usuarios podrán crear avatares para actuar como sus gemelos digitales y personalizar hasta el último detalle de su aspecto y comportamiento. Una vez que se hayan establecido los entornos virtuales, resultará posible trabajar, jugar, socializar, investigar y enseñar a los demás mediante interacciones en esos entornos.
Hacer realidad el Metaverso requiere la capacidad de procesar datos con gran rapidez y en tiempo real. Esto implicará un mayor enfoque en mejorar la conectividad de red, reducir la latencia y empoderar a los negocios para que escalen su capacidad de almacenamiento en función de la demanda. Sin lugar a dudas, el auge del Metaverso generará más centros de datos, demostrando que el mundo virtual futurístico seguirá dependiendo de una infraestructura física que lo sustente.
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