El sector financiero siempre ha sido una industria interesante en integrar tecnologías para ofrecer mejores experiencias de usuarios así como también tener sistemas de protección contra el ciber crimen. Se espera que el número de usuarios de banca abierta a nivel mundial crezca a una tasa media anual de casi el 50% entre 2020 y 2024, siendo el mercado europeo el más grande. Teniendo en cuenta que los datos abiertos benefician tanto a los consumidores como a los agentes financieros, es fácil entender por qué esta tendencia será cada vez más popular en el futuro.
Al conceder a terceros el acceso a los datos financieros de los consumidores, las organizaciones pueden comprender mejor cómo se comportan los consumidores, qué quieren y, lo que es más importante, qué necesitan. A su vez, las entidades financieras pueden mejorar la experiencia de sus clientes, lo que se traduce en una mayor retención y compromiso.
Los sistemas nativos de la nube sustituirán a las alternativas heredadas
Las principales organizaciones financieras siguen adoptando sistemas nativos de la nube. Por ejemplo, en 2020, HSBC firmó un acuerdo a largo plazo con Amazon Web Services para trasladar sus actuales funciones heredadas a nuevas alternativas basadas en la nube. Y luego está el Deutsche Bank, que se asoció con Google para ofrecer un “entorno totalmente gestionado para aplicaciones” en la nube. Pero, ¿por qué es tan importante la nube? Según IBM, los sistemas basados en la nube favorecen una mayor agilidad, disminuyen los costos de TI y los gastos operativos, y desempeñan un papel fundamental para garantizar que los empleados puedan ser eficaces cuando trabajan a distancia.
La inteligencia artificial y el aprendizaje automático ganarán importancia
La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) hacen que las organizaciones sean más eficientes y eficaces. Estas tecnologías recopilan, clasifican y analizan enormes conjuntos de datos en cuestión de segundos, y casi sin errores. Las entidades financieras pueden dedicar su tiempo a actuar en base a estos datos, en lugar de perder tiempo y esfuerzos innecesarios investigando manualmente los datos.
La ciberseguridad se convertirá en una prioridad absoluta
La ciberseguridad siempre ha sido crucial para las instituciones financieras. Sin embargo, con el número de violaciones de datos hasta el 30 de septiembre de 2021 superando el número total de eventos a lo largo de 2020 en un 17%, es claramente más preocupante que nunca. Estos ciberataques tienen un amplio impacto en las organizaciones. De hecho, el 42% de las empresas afirma que el fraude digital impide la innovación y frena su expansión hacia nuevos canales.
Los fallos de ciberseguridad son especialmente perjudiciales para las instituciones financieras. La información financiera y de identificación personal (PII) de sus clientes es increíblemente valiosa para los piratas informáticos, y los fallos de seguridad pueden hacer que el banco pierda una gran cantidad de clientes y de ingresos. Por lo tanto, las entidades financieras deben dar prioridad a la ciberseguridad en 2023 y más allá. No solo deben optimizar sus propios procesos internos, sino también ser selectivas a la hora de trabajar únicamente con terceros que sitúen la seguridad de los datos en el centro de todo lo que hacen.
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