Las empresas chilenas han demostrado que están comprendiendo las oportunidades que brinda la Inteligencia Artificial. La importancia del uso de datos para generar beneficios en el negocio, llevar a cabo procesos y tareas de manera automática, mejoras de forma continua en todos los procesos que le son encomendados, han hecho que las luces del escenario se hayan puesto sobre ella. Y es que las empresas ven en Inteligencia Artificial una tecnología disruptiva que permite obtener información valiosa que puede ser determinante en tomar decisiones que hagan crecer el negocio.

Las industrias chilenas que lideran el uso de la Inteligencia Artificial pertenecen a los sectores Financieros y de Telecomunicaciones. En el caso de la industria de las Telecomunicaciones la Inteligencia Artificial se ha implementado en áreas como la ciberseguridad con el objetivo de tener una infraestructura sólida para detectar los ataques a tiempo. Otras áreas en donde la Inteligencia Artificial está siendo utilizada es en reducir problemas en las mesas de ayuda por medio de asistentes virtuales. Además contribuye a crear productos y servicios de mayor valor agregado. Debido a la gran competencia que hay en el mercado de las telecomunicaciones, éste es un sector que necesita tener la tecnología más disruptiva. En el sector financiero (el otro territorio donde la Inteligencia Artificial es clave), los bancos están invirtiendo con una rapidez similar.

Algunas empresas están creando áreas compuestas por profesionales abocados a elaborar ideas atractivas para invertir recursos en IA. La búsqueda de cómo mejorar los servicios y productos puede tomar incluso un año, periodo en el cual existe un proceso de ensayo y error hasta tomar la decisión en base al producto o aplicación que sea más factible de lanzar y comercializar.

La principal piedra en el zapato que hoy distancia a las organizaciones de poder utilizar bien la Inteligencia Artificial y mejorar las experiencias de usuarios es la falta de talento profesional. En aras de buscar alternativas para revertir este problema, algunas empresas han buscado conectarse de manera directa con universidades y hacer cursos con los alumnos para después contratarlos. Algo clave para que las compañías logren aprovechar los beneficios que la Inteligencia Artificial suministra, es que los departamentos comerciales inviertan en cómo hacer más rápidas y eficientes todas las acciones que no tienen ningún efecto en el negocio y ocuparlos en proyectos de innovación.